Felipe Calderón: «Sostener la pasión por el movimiento»

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02.10.18

Como presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la FIA, el expresidente de México, Felipe Calderón, tiene una serie de problemas con los que lidiar. Basándose en la experiencia del pasado, cree que un futuro sostenible tanto para la movilidad como para el automovilismo no es simplemente un objetivo, sino un objetivo realizable. En una entrevista exclusiva concedida durante la reciente Conferencia de Movilidad de la FIA en Montevideo, explicó cómo su objetivo es realizable, no sólo en teoría sino también en la práctica.

Usted asumió la presidencia de la Comisión de Medio Ambiente y Sostenibilidad el pasado mes de diciembre. ¿Por qué el área de sostenibilidad es de especial interés para usted? 

De niño, mi padre defendía fervientemente el medio ambiente, el planeta y la creación pero, al ser presidente, me di cuenta de lo importante que es para la vida humana. México es uno de los países más importantes en términos de biodiversidad, pero también es uno de los países más afectados por las consecuencias del cambio climático y soy consciente de que los más pobres son los que más las sufren. Así que, me involucré bastante en todos estos asuntos. Me di cuenta de lo vital que es para la humanidad. Es uno de los retos globales más importantes a los que nos enfrentamos hoy día, así que, por muchas razones, estoy comprometido con los asuntos medioambientales.

La mayoría de las grandes federaciones deportivas internacionales tienen una comisión dedicada a la sostenibilidad. Ahora que la FIA cuenta con ese mecanismo, ¿cómo puede la federación aprovechar la experiencia de esta nueva comisión para motivar a los miembros de la FIA a abordar el asunto de la sostenibilidad de una forma más estructurada?

La contribución de la FIA a la sostenibilidad ya ha ejercido un impacto positivo. Programas como De la pista a la carretera, por ejemplo, en el que la experiencia adquirida a través de la investigación técnica en el mundo del automovilismo se ha utilizado para programas de desarrollo de coches de carretera, han sido muy importantes para mejorar la eficiencia energética y del automóvil, así como las nuevas tecnologías, que permiten que el transporte y la movilidad en su conjunto sean mejores, para proporcionar mejores condiciones a las personas. A partir de ahí, la comisión quiere ayudar a los miembros de la FIA reuniendo toda esa experiencia, toda esa visión, para proporcionarles recursos útiles e impulsar proyectos que contribuyan al futuro del transporte sostenible, a través de la investigación, la consulta y la capacidad de la FIA para presionar en favor del cambio en formulación de políticas. También hay que otorgar a la FIA el reconocimiento que se merece entre las nuevas generaciones, para quienes los asuntos ambientales son tan importantes.

Usted ha mencionado que en su anterior cargo como presidente de México reconoció la probabilidad de que su país se viera afectado por las preocupaciones ambientales. En aquel cargo, ¿vio cómo el rápido desarrollo urbano - especialmente en lugares como Ciudad de México - comprometió las preocupaciones ambientales?

Me encanta Ciudad de México pero, desafortunadamente, es un claro ejemplo de lo que debemos evitar en términos de desarrollo urbano. Es una ciudad en expansión con más de ££ millones de habitantes y sus ciudadanos sufren mucho. Mucha gente tiene que viajar tres o cuatro horas al día solo para ir a trabajar y eso afecta significativamente a la vida familiar, por no mencionar los problemas relacionados con la contaminación y de salud, como las enfermedades respiratorias.
Por lo tanto, mi experiencia me dice que tenemos que diseñar políticas públicas para disuadir a los modelos de desarrollo urbano en expansión. Las ciudades deben ser compactas, en el sentido de que necesitamos incentivar la densidad. El crecimiento urbano debe ser vertical en lugar de horizontal. Las ciudades deben estar conectadas y, por extensión, integradas. La gente debería poder llegar de un lugar a otro de una manera simplificada, a través de sistemas de transporte integrados, de forma cómoda y segura.
Volviendo al ejemplo mexicano: en Ciudad de México hay una serie de autoridades municipales en toda el área metropolitana que durante décadas no estaban coordinadas, ni a escala estatal ni a escala federal. Por tanto, la lección que aprendí de Ciudad de México y de otras megalópolis latinoamericanas fue simple: las ciudades deben ser compactas, estar conectadas y coordinadas.

En ese sentido, ¿pueden la expansión urbana y el crecimiento de las infraestructuras ser complementarios con los objetivos de sostenibilidad?

Debe haber un conjunto de políticas públicas combinadas pero, entre ellas, sí, pueden existir sistemas de transporte a gran escala que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos, que reduzcan la contaminación del aire y aumenten la productividad. No existe un tamaño único, pero esa es la cuestión: que se pueden aplicar diferentes sistema en función del tamaño de la ciudad y su infraestructura existente, el tamaño de las calles, etc. Por ejemplo: el sistema de autobús de tránsito rápido ha demostrado en varias ciudades que es uno de los medios de transporte más rentables. Sin embargo, en una urbe como Ciudad de México, donde un gran número de personas necesitan ser móviles, esto podría no ser suficiente. No obstante, hay muchas experiencias diferentes que podrían proporcionar buenos casos prácticos para gobernantes y responsables de establecer políticas para mejorar la calidad de vida.

¿Cómo ve usted las organizaciones miembros de la FIA que desempeñan un papel presionando a esas organizaciones gubernamentales para que estos cambios se hagan realidad?

Los clubes miembros de la FIA tienen una experiencia y unos conocimientos increíbles. En particular, para las autoridades recién instaladas en una ciudad, para los nuevos alcaldes o para los funcionarios elegidos recientemente, esa profundidad de conocimientos es tremendamente valiosa. Necesitan el asesoramiento y la experiencia de los miembros de la FIA. Además, creo que la experiencia de los clubes de la FIA es muy valiosa en el desarrollo de normativas comunes. La capacidad de aprovechar este tipo de conocimiento transfronterizos es excepcional.

Los clubes automovilísticos representan principalmente las necesidades de sus miembros individuales, así que ¿cómo pueden los clubes miembros de la FIA representar los intereses de los consumidores y, al mismo tiempo, producir un cambio normativo que pueda afectar a la libertad de conducción de sus miembros?
Es complicado y un verdadero desafío para la comisión, pero tenemos que ponernos en el lugar de los miembros y sus clientes para ayudar a producir cambios que mejoren la mancomunidad y las condiciones globales, pero que también reflejen las preocupaciones e intereses de los miembros y sus clientes. Es difícil, pero es posible. Está claro que a todos nos gustaría conducir nuestro propio coche en cualquier momento y en cualquier lugar, pero creo que tenemos que aceptar que eso ya no es posible porque las calles son un recurso escaso, así que tenemos que encontrar la mejor manera de evitar la congestión del tráfico, de mejorar la calidad del tráfico en beneficio de todos. Creo que la tecnología, junto con la política pública y la experiencia, puede aportar mucho para tomar la mejor decisión en favor de los clientes.

Una de las iniciativas que la FIA ha implantado en torno a este tema es su programa Smart Cities. ¿Cómo cree que se desarrollará en el futuro?

Smart Cities es un programa excelente. El aspecto clave es que la FIA está abriendo una ventana a alternativas, provocando una especie de efecto expresivo, tanto para las autoridades como para la opinión pública, con el fin de aprender a hacer mejor las cosas. La mejor forma de que los gobernantes y urbanistas sepan lo que está ocurriendo en el mundo es ver ejemplos, y la FIA les presenta una oportunidad increíble de comprender lo que está ocurriendo en el mundo, lo que las ciudades están tratando de hacer y cuál es la mejor experiencia que se debe aplicar.

¿Cuáles son, en su opinión, las principales tendencias en la actualidad y qué importancia tiene para nosotros centrarnos en el desarrollo de nuevas tecnologías para resolver los problemas que tenemos hoy día? 

Obviamente, hay una tendencia hacia la electrificación y hay diferentes posibilidades al respecto en las que los vehículos eléctricos se conviertan en el tipo de vehículo dominante en el mundo. Puede ser dentro de dos, tres o cuatro décadas, pero parece que ocurrirá. Una tendencia que veo es la automatización de la producción, que podría tener un gran impacto en el empleo y en el sector manufacturero, incluida la industria automovilística. También existe el evidente crecimiento de la movilidad autónoma y espero sinceramente que eso pueda mejorar la calidad de vida. La movilidad autónoma podría ayudar mucho a reducir la congestión del tráfico, los residuos y a perfeccionar la movilidad de las personas, haciéndola más eficiente. Lo más importante con tendencias como esta es que necesitamos hacer suficiente espacio para la verdadera innovación. La innovación no puede ser dirigida ni orquestada. Es una expresión de libertad y creatividad, especialmente en los jóvenes. Creo que el programa de arranque de Smart Cities facilita eso.

El programa Smart Cities se desarrolla en colaboración con las carreras de Fórmula E de la FIA y manifiesta la mezcla entre el automovilismo de vanguardia y las innovaciones tecnológicas en el transporte. El automovilismo también se enfrenta a cuestiones de interés ambiental. ¿Cómo pueden los clubes deportivos de la FIA y las organizaciones deportivas protegerse de una mayor regulación de estas preocupaciones ambientales?

Creo que el cambio normativo es inevitable. Por ejemplo: tres millones de muertes prematuras al año se producen a causa de la contaminación atmosférica - una cifra increíble - y no tenemos ni idea de cuáles serán las consecuencias en enfermedades respiratorias. La realidad es que habrá un cambio normativo y la normativa ya está en marcha. La forma en que podemos hacer frente a este problema es promover entre nuestros clubes y socios la comprensión de lo que está ocurriendo y facilitarles estrategias para afrontar estos problemas. Es importante que los miembros de la FIA adquieran cierta experiencia para poder abordar los posibles cambios de normativa y permitirles entablar un diálogo informado con las autoridades a fin de evitar errores comunes de exceso de normativa. Eso es importante, porque necesitamos liderar el cambio. Es mejor entender el cambio y luego dirigirlo, ver las tendencias del futuro y dónde están los posibles riesgos para los miembros de la FIA y luego trabajar junto con las autoridades para implantar la mejor normativa posible.

La FIA cuenta con un programa de acreditación ambiental para organizaciones deportivas. ¿Existe alguna razón para que no se extienda un sistema similar a las organizaciones de movilidad?

El programa de acreditación reporta varios beneficios, uno de los cuales es el beneficio medioambiental en sí mismo: La reducción de emisiones en un evento, en un campeonato y mediante la reducción de residuos. También genera un beneficio increíble de reputación para el evento y para la FIA. Eso es muy importante, porque en todo el mundo, la gente es más consciente que nunca de las cuestiones ambientales y debemos evitar percepciones negativas del deporte automovilístico, que existen en algunos países. Y sí, creo que es posible traducir ese efecto positivo a otras áreas de la FIA. Sin embargo, yo diría que debemos ser conscientes de que cada club tiene circunstancias, problemas, normas y clientes diferentes, por lo que debemos tener cuidado con la forma de proceder. Tenemos que adaptar los procesos de acreditación a otras áreas, pero ahora es importante mejorar el programa de acreditación. Establecer las categorías de tres estrellas que tenemos y creo que luego podemos avanzar gradual y cuidadosamente hacia otras áreas, teniendo en cuenta siempre la opinión y las sugerencias de los miembros de la FIA.

El presidente de la FIA, Jean Todt, ha descrito a menudo el automovilismo como un laboratorio de innovación técnica. ¿Sigue usted creyendo que el automovilismo puede desempeñar un papel determinante en el desarrollo de la movilidad urbana?

Absolutamente. Creo que una parte importante de la innovación que se está produciendo en la industria automovilística tiene su origen en el automovilismo. La Fórmula E es una poderosa prueba del potencial de los vehículos eléctricos - es una realidad, está sucediendo y los coches son rápidos, bonitos y limpios. Programas como Track to Road demuestran que el automovilismo puede aportar tecnología e innovación desde la pista hasta los coches que la gente conduce a diario.

Por último, ¿el futuro del automovilismo es eléctrico o el motor de gasolina seguirá atrayendo a los aficionados en el futuro?

Espero que ambos sean el futuro. Soy de los que echan de menos el ruido de los coches de F1 pero, al mismo tiempo, me encanta el rendimiento de los coches eléctricos de Fórmula E. Está claro que hay una evolución increíble en el automovilismo.
Se puede ver la eficiencia de los coches en la pista, la eficiencia de combustible, la velocidad, la aerodinámica, etc. y los vehículos eléctricos serán parte del futuro de la automoción en todas partes. Pero es un mercado sofisticado, así que creo que habrá espacio para ambos. También tenemos que pensar en los vehículos autónomos. No sabemos el futuro. ¿Hay espacio para ellos en las carreras? Personalmente, creo que el factor humano es ineludible.
Es imposible tener una carrera, una carrera de verdad, sin una persona dentro que tome decisiones, pero la opinión puede cambiar. Puede que veamos otros medios de transporte más allá de mi generación. Sin embargo, ahora mismo, creo que las formas tradicionales del automovilismo seguirán existiendo durante mucho tiempo, pero irán de la mano de las nuevas tecnologías, como las carreras eléctricas. Las series está mejorando constantemente en cuanto a capacidad de las baterías, la forma en que el piloto no necesitará cambiar de coche a mitad de carrera... Vivimos en una época de gran innovación en el mundo del automovilismo. Es verdaderamente fascinante.