El 16 de enero, la reunión del Consorcio de Sustainable Mobility for All (SuM4All, en español, «movilidad sostenible para todos») reunió a un grupo diverso e influyente de agentes del transporte con el objetivo de implementar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y de ofrecer una movilidad segura y asequible para todos trabajando en la infraestructura, en los vehículos y en las preferencias de los consumidores.

Para lograr este objetivo, SuM4All decidió dividir el trabajo en cuatro materias: acceso, eficiencia, seguridad y movilidad verde. A lo largo de 2018, los miembros de SuM4All elaboraron documentos temáticos que se recopilaron en el borrador del Calendario Mundial de Acciones (GRA, por sus siglas en inglés). El GRA está concebido como una herramienta para identificar las sinergias y las compensaciones entre las medidas propuestas, dependiendo, en parte, del nivel de desarrollo de los países, y para elaborar un marco político viable y un plan de aplicación conexo.

En la reunión se resumieron los logros alcanzados hasta la fecha: 189 medidas políticas propuestas, distribuidas en cuatro categorías, a saber, instituciones, infraestructura y tecnología, incentivos y fijación de precios, y comunicaciones. Asimismo, se catalogaron todos los países en cuatro grupos según su nivel de desarrollo económico, y se asignaron entre 21 y 31 medidas prioritarias a cada grupo.

El proyecto del GRA estará abierto a comentarios hasta finales de febrero, tras lo cual se finalizará y se difundirá ampliamente entre los países y entre todos los interesados en el desarrollo.

Los días 17 y 18 de enero, los representantes de la FIA participaron en la conferencia Transforming Transportation 2019 con el tema «¿Proporcionará la nueva movilidad un transporte sostenible para todos?».

La conferencia se centró en la forma en la que las nuevas tecnologías, las plataformas de datos y los modelos de negocio se están integrando con los modos de transporte actuales para resolver antiguos problemas desde la eficiencia y la equidad hasta la seguridad, así como en la forma en la que la nueva movilidad puede ayudar a abordar el cambio climático.

En las mesas redondas se puso de relieve el impacto de la introducción de nuevos tipos de vehículos en el panorama de la movilidad mundial, como los coches autónomos o las escúteres eléctricas.  Se sopesó la mejora potencial de la accesibilidad frente a los riesgos de una mayor congestión: la ocupación media de los coches en EE. UU. ya ha descendido en 40 años, pasando de una media de 1,9 a 1,4 personas por coche.  Al mismo tiempo, el uso compartido de bicicletas ha crecido un 33 % entre 2016 y 2017 en todo el mundo, y el uso compartido de coches se duplica anualmente en China.

Se debatió específicamente las consecuencias para la seguridad, con la necesidad de ajustar la provisión de infraestructuras a las características de los nuevos modos de micromovilidad y de seguir protegiendo a todos los usuarios vulnerables, en particular, a los peatones.  En la ciudad de Nueva York, por ejemplo, el límite de velocidad se ha reducido, aproximadamente, a 40 km/h en toda la ciudad, mientras que, en España, la velocidad por defecto en las ciudades se ha establecido por ley en 30 km/h, y puede limitarse a 20 km/h cuando sea necesario.