ROSS BRAWN
DIRECTOR GENERAL DE FÓRMULA 1, MOTORSPORT
GRAN PREMIO DE BRASIL DE 2009

Me considero afortunado de haber pasado casi toda mi vida laboral en la Fórmula Uno, en una variedad de cargos. De hecho, el único que me falta es el de piloto.
Hay tantos grandes premios que traen grandes recuerdos que es difícil destacar solo uno. Obviamente, en una lista hipotética, están los que conseguimos títulos mundiales con Michael Schumacher o la carrera de 2009 en la que Jenson Button y la escudería que lleva mi nombre ganaron el campeonato, pero también hay muchos otros.
Cuando dejé la escudería Mercedes a finales de 2013, creí que este capítulo de mi vida había terminado, pero entonces tuve la oportunidad de volver y cuidar el deporte que amo de una forma muy diferente y en un momento muy especial de su historia.
Hoy en día, ganar ya no es la 'gran obsesión' que era para mí todos los días. Esto ha sido reemplazado por el deseo de participar en la Fórmula Uno en el futuro. Esta es una oportunidad para trazar un nuevo camino para un deporte que tiene pocos rivales, en términos del espectáculo que ofrece y su alcance global. Tiene una historia asombrosa de la cual seguir adelante y este Gran Premio número 1000 es su símbolo más brillante.
Queremos hacer la Fórmula Uno cada vez más espectacular, con carreras más impredecibles y dotarla de sostenibilidad, tanto financiera como ecológica. Todos estamos trabajando juntos para conseguirlo y soy muy optimista, ya que partimos de una base increíblemente sólida.
Por ejemplo, está toda la historia de la unidad de potencia, que es una obra maestra de tecnología y eficiencia. También existe una voluntad común de mejorar. Todos los que amamos este deporte sabemos que el mundo está cambiando rápidamente y queremos que la próxima generación de Fórmula Uno siga el ritmo de estos cambios, teniendo en cuenta que, en el centro de todo, están las personas, ya sea al volante de un coche, en las gradas del circuito, frente a la pantalla de un televisor o en un dispositivo móvil.