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08.01.19

Los investigadores de seguridad están garantizando que la tecnología desarrollada para los campeonatos de alto nivel se extienda en cascada hasta las carreras de base y más allá.

El Halo de F1 es famoso por su muy debatida introducción en el campeonato de automovilismo más importante de esta temporada. Pero el dispositivo de seguridad se ha convertido en una historia de éxito por otra razón: su rápida integración en otras series.

El Halo, que ya aparece en la Fórmula 2 y en la Fórmula E, está preparado para filtrarse hasta los campeonatos nacionales de F3 y con el tiempo de F4, así como en series internacionales como la Super Fórmula de Japonesa, demostrando que la tecnología de seguridad de alto nivel puede llegar a ser rápidamente accesible para muchos, no solo para unos pocos.

Este es un objetivo clave de la FIA y de su departamento de investigación sobre seguridad. "Siempre tenemos en mente las fórmulas más bajas cuando desarrollamos la seguridad en el nivel superior", dice el ingeniero de investigación senior Andy Mellor. "La FIA tiene una hoja de ruta para la entrega de seguridad, que cubre todos los campeonatos de la FIA y nacionales, desde los monoplazas hasta los coches cerrados, el cross country y el karting. La hoja de ruta muestra lo que está previsto para los años venideros en términos de entrega y cascada. Con el Halo, la cascada se incorporó al plan".

Otro ejemplo es el nuevo casco estándar 8860-2018, con una estructura ultraprotectora y protección balística adicional, que será obligatorio en F1 y F2 a partir de la temporada 2019. Se convertirá en equipamiento necesario en la Fórmula E a partir de la temporada 2019/20 y en la F3 a partir de 2021.

Sin embargo, no se pretendía que esta tecnología fuera obligatoria en las carreras de base, aclara Mellor. Esto se debe a que el principal problema de las series de menor nivel no es la integración de la tecnología, sino el coste de hacerlo. Por este motivo, la tecnología de seguridad debe adaptarse a presupuestos más reducidos, al tiempo que se mantiene el rendimiento.

"La asequibilidad es fundamental", explica Mellor. "Si el reglamento exige que un piloto de club o un equipo independiente utilice un casco de 3000 euros, muchos competidores podrán optar por no competir. Por lo tanto, tenemos que ser muy cuidadosos con esto". Esta es la razón por la que la FIA desarrolló el casco estándar 8859, que incorpora muchas de las características del casco 8860 de Fórmula 1, pero a un precio muy asequible.

"En nuestra opinión, nuestro objetivo es aplicar la regla 80/20, en la que se pretende que el 80 por ciento del rendimiento se destine al 20 por ciento del coste. Esto ayuda a definir los objetivos de ingeniería", añade Mellor.

El Halo es también un ejemplo práctico de esto. Mientras que el Halo F1 está hecho de titanio y cuesta 15000 euros cada uno, el Halo F3 para 2019 estará hecho de acero y costará casi una quinta parte del precio. En este caso, sin embargo, los requisitos de rendimiento son los mismos que los de la pieza de titanio y el compromiso fue el peso: pesa 12,5 kg en comparación con los 7 kg de la pieza de titanio. Esto puede influir en el rendimiento del coche, pero sin comprometer la seguridad del conductor.

Para los equipos de protección, la ruta en cascada está funcionando perfectamente. Sin embargo, para los dispositivos de seguridad de alta tecnología, como los registradores de datos de accidentes (ADR), es necesario adaptar los sistemas a la disponibilidad y capacidad del recurso en la vía.

"En este caso, la cascada puede requerir un enfoque diferente, ya que en los campeonatos más importantes se pueden utilizar sistemas tecnológicos complejos que dependen de personas muy capaces en la pista que pueden manejarlos y operarlos", dice Mellor. "Mientras que, a nivel de base, los sistemas apuntan a un enfoque más ‘adecuado y olvidadizo', que requiere menos apoyo técnico en tierra. Esto puede requerir un informe de diseño con un rango de consideraciones muy diferente".

 

INCENTIVOS DE SEGURIDAD

A pesar de los beneficios obvios, los campeonatos de base todavía se resisten a adoptar las nuevas tecnologías de seguridad porque los costos pueden ser excesivos. Es por ello que la FIA ha lanzado el Programa de Recompensa de la FIA por Homologación de la Seguridad, que incentiva a las Autoridades Deportivas Nacionales a introducir las últimas tecnologías de seguridad en sus campeonatos.

Los objetivos de este programa son aumentar la seguridad de los conductores en todo el mundo mediante el despliegue de una protección de la seguridad en el automovilismo deportivo de última generación, especialmente a nivel nacional. Y mejorar la seguridad a nivel base, que históricamente ha sido un mercado importante en términos de lesiones de los conductores.

Para ayudar a lograr esto, la FIA premia a las ASN que cumplen con las regulaciones de equipo de seguridad de la FIA en diez categorías específicas: cascos, reposacabezas frontales, ropa para conductores, asientos, cinturones, tanques de combustible, amarres de ruedas, redes de carreras, sistemas de extintores de incendios y monos de karting. Cada ASN que siga este programa tendrá derecho a recibir una recompensa de 1000 € por cada categoría de seguridad, hasta un máximo de 10000 €. Cada una debe comprometerse también a proporcionar información a la Base de Datos Mundial de Accidentes de la FIA sobre cualquier accidente que pertenezca a una de las tres categorías siguientes: Accidente mortal, Accidente grave e Incidente significativo.

Además, la financiación debe utilizarse exclusivamente para proyectos de seguridad y cada ASN que reciba una recompensa debe informar sobre el uso que haya hecho de los fondos. El programa ya ha demostrado ser un gran éxito. Nuno Costa, jefe de Homologación de Equipos de Seguridad de la FIA, dice: "Lanzamos el programa en 2017 por primera vez y se presentaron dieciséis ASN. Este año fue la segunda edición y 35 ASN se presentaron al programa".

 

APOYO FUNDAMENTAL

El objetivo final es asegurar que la tecnología de seguridad relevante se filtre hasta los campeonatos de base y que un corredor local pueda recibir un nivel de protección parecido al que goza un piloto de F1. Esta es una meta alcanzable, según Mellor.

La filosofía de seguridad de la FIA es ofrecer 360 grados de protección al conductor en cualquier tipo de accidente, ya sea impacto frontal, impacto lateral, impacto trasero o vuelco.

"Nos centraremos en las formas de lograr un nivel de protección extremadamente alto en los coches de categoría más baja con los que se pueden competir un domingo por un presupuesto muy modesto", dice Mellor. "No tiene por qué ser caro seguir esta filosofía de protección’’.